Los inicios
Tras la caída de parte de la casa doméstica, Cornatel amenazaba con convertirse en ruina , estaba claro que había que hacer algo para salvar a uno de los castillos más pintorescos castillo del Bierzo.
Así, un grupo de voluntarios decidimos fundar una asociación con el fin de revindicar la recuperación de la fortaleza. El día siete de agosto de 1999 en la sala de juntas de Santalla, se celebró la
asamblea fundacional
con sesenta miembros asociados, unos días después, concretamente el el 25 de septiembre se celebra una segunda asamblea para regular el funcionamiento orgánico, con el nombramiento de la junta directiva, aprobación de los estatutos y dar nombre a la asociación, la llamamos:
"Asociación de amigos del castillo de Cornatel y su entorno".
Ademas en aquella segunda asamblea se decidieron los pasos a seguir para reivindicar el castillo, como fueron organizar unas jornadas de limpieza de maleza con gran apoyo mediático, las cuales dieron sus frutos, varias empresas respondieron a la llamada de ayudas para apuntalar las paredes del castillo, y el número de socios aumentó considerablemente, ya éramos cien.
En las jornadas de limpieza también se contó con la colaboración de miembros de la asociación
Promonumenta,
lo que dejaba claro que nuestra voz había llegado lejos, fue así como desde la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, se nos anunció compromiso en la recuperación del castillo. También gracias a esas jornadas de limpieza, supimos que teníamos en nuestro castillo un endemismo único en el mundo, se trata de la
Petrocóptis
Viscosa Rutum, una planta que crece en las paredes de Cornatel y en la Peña de la Cruz de Paradela de Múces, gracias a ello conocimos a una persona entrañable que apoyó nuestros fines desde el primer día, se trataba del catedrático de biología vegetal
Carlos Manuel
Romero.
Decidimos también organizar una fiesta anual, así con un presupuesto mínimo, pero con la buena voluntad y el altruismo de muchos que nos ayudaron, el día 29 de agosto del año 2000, celebramos lo que dimos en llamar
"La noche de
Cornatel", un programa que comenzaba con la lectura del pregón continuaba con visitas guiadas al castillo, le seguía el bollo preñado y después lo que desde ese momento se convertiría en el atractivo principal de la noche, la actuación del grupo teatral
Conde Gatón
representando la toma del castillo y la muerte del Conde de Lemos, según la novela de
Enrique
Gil y Carrasco "El Señor de Bembibre", todo ello de manera altruista para apoyar nuestra reivindicación. La noche terminaba con música medieval hasta la madrugada, calculábamos que acudirían a aquella fiesta unas 500 personas, nos vimos desbordados en todos los
aspectos, no pudimos establecer una cifra concreta, pero los asistentes superaron con creces el millar de personas.
El día siete de octubre de ese mismo año 2000, comenzamos con otra iniciativa, como
era
explorar las cuevas que había en la roca
sobre la
que se levanta el castillo, un poco por
mor de la
leyenda que aseguraba que había una
gruta que
comunicaba el castillo con el
arroyo, leyenda
alimentada además por Gil y
Carrasco en su
novela, para ello
contamos con tres
espeleólogos, que también de
manera altruista y
con gran seguimiento mediático,
se descolgaron
por el precipicio para recorrer
el interior del
entramado de cuevas naturales que
como cabía esperar se encuentran en la
roca caliza de Cornatel.
Sin duda las buenas noticias llegarían en 2001, pues la
Fundación de Patrimonio Histórico
de Castilla y León, después de una entrevista con el presidente de la asociación celebrada en su sede de Valladolid, decidió hacer una inversión millonaria para la restauración de Cornatel, la noticia saltaba a los medios en abril de ese año. Nuestro entusiasmo estaba por las nubes y ya que habíamos terminado la limpieza de Cornatel, decidimos desbrozar y recuperar un
canal de época romana
cercano a Villavieja, fue nuestra primera actuación en "el entorno".
Fue también en ese año 2001, cuando decidimos celebrar nuestra primera
cena de
confraternidad, fue en Las Médulas, y ya en la siguiente asamblea de final de año, se decidió que la celebración de la cena sería anual y que en ella se entregarían dos distinciones, la primera sería para aquella, entidad, institución o personas que hicieran algo notable por la recuperación de Cornatel o su entorno, decidimos llamarle
"Tenente"
en honor a uno de los títulos que tenia la máxima autoridad del castillo en época medieval y en concreto a
Jimena Muñiz, consistía en una llave. La segunda distinción sería de dedicación interna, para aquellos miembros de la asociación que se destacaran por alguna actividad o motivo, le llamamos
"Socio de mérito"
y sería un diploma, los primeros distinguidos en asamblea para la cena de 2002, celebrada en Carracedelo, fueron el grupo teatral
Conde Gatón, como Tenente y
las chicas de las visitas guiadas
como Socio de mérito.
En julio de 2002, conocemos a otra gran persona que llegaba para quedarse, se trata del arquitecto
Fernando Cobos Guerra, que nos explicó a la asociación con todo lujo de detalles en que consistía el plan director que había elaborado su estudio para la restauración de Cornatel. La cantidad definitiva para la primera fase del plan director era de (todavía contábamos en pesetas): ¡¡ doscientos millones de pesetas!! (un millón doscientos mil euros).